La refrigeración es uno de los aspectos más importantes y vitales en un PC, sin ella los procesadores de los PCs se quemarían a los pocos minutos de encenderse ya que generan mucho calor, sobre todo si trabaja a máximo rendimiento. Hoy en día los disipadores de calor de fábrica de los ordenadores actuales están muy bien diseñados y optimizados para mantener la temperatura de funcionamiento adecuada, además son bastante silenciosos debido a que los ventiladores varían su velocidad dependiendo de la temperatura y la carga de procesador del mismo.

Esto hace años no era así, los disipadores eran muy ruidosos y poco eficientes, ya que los ventiladores giraban a una velocidad fija lo que hacía que no se mantuviera la temperatura adecuada, incluso dependiendo del modelo del ordenador incluso tenía ventiladores en la parte posterior de la torre para extraer el calor interno, por eso era bastante común cambiar los dispadores de fábrica por unos mejorados. Hoy en día eso sólo es necesario si sólo vamos a usar el PC de manera intensiva o con aplicaciones potentes como videojuegos o diseño gráfico 2 y 3d, o si queremos hacer overclocking, es decir ajustar el procesador para que de mas del 100% de su rendimiento (esto solo es recomendable para usuarios avanzados, ya que es peligroso para el procesador), esto genera una gran cantidad de calor que el dispador de fábrica no será capaz de disipar ya que no fué diseñado para ello.

Hay disipadores mejorados respecto a los de fábrica con un coste aproximado de entre 20 y 50 € en tiendas de informática que se colocan igual que los de fábrica y son universales, es decir valen para cualquier procesador actual. Si queremos hacer usos extremos en nuestro PC lo mejor es la refigeración líquida, funciona de manera similar a la refrigeración de un motor de motocicleta, encima del procesador hay una bomba que mueve el líquido refrigerante que recoge el calor de éste, eso lo llevan unos tubos a un radiador que se coloca en la parte posterior de la torre con unos ventiladores regulables silenciosos que dispan el calor del radiador y una vez enfriado vuelve al procesador ya fresco para calentarse de nuevo.

Este tipo de refrigeraciones es muy caro y complejo de instalar, además tiene un mantenimiento bastante alto, ya que al igual que en una moto hay que comprobar cada cierto tiempo el nivel de refrigerante y tambíen comprobar el estado de los tubos para que no haya fugas, ya que una fuga puede provocar un cortocircuito en la placa base. Una refrigeración de este tipo cuesta entorno a unos 80 las más sencillas hasta unos 300€ las muy especializadas en tiendas de informática. También es recomendable instalarlas en una tienda profesional de informática ya que son bastante complejas de instalar.