Si necesitamos un ordenador para trabajar y tenemos poco presupuesto para comprar un nuevo, siempre podemos comprar uno usado, los portales de anuncios de internet son un buen lugar para mirar ordenadores a precios económicos. Pero antes de mirar un ordenador, lo primero es pensar para que se va a utilizar, si se va a utilizar para tareas sencillas como trabajar con el paquete de Microsoft Office con un PC de hace unos 10 años que tenga un procesador de tipo Intel Core i3 y 4Gb de memoria es suficiente, los cuales en el mercado actual pueden rondar los 150€ o incluso menos dependiendo del estado del mismo. Si necesitamos aplicaciones más potentes tendremos que aumentar algo el presupuestoya que se necesita un procesador más potente y más cantidad de memoria y este tipo de ordenadores son más caros.
Si nos decidimos a comprar un PC de segunda mano, lo ideal es verlo en persona y comprobar que no tiene fallos graves, por ejemplo pantallazos azules, que se apague de repente, que la pantalla se vea con colores rosas o líneas distorsionadas. Si tiene este tipo de fallos, lo ideal es no comprarlo, ya que su posterior reparación puede ser cara y superar el coste de compra. Si solo va lento e incluso se quede congelado puede ser por falta de memoria, este es un fallo que se puede solucionar ampliando la misma, que un módulo de memoria de tipo DDR2 cuesta entorno a 30€ y si es de tipo DDR3 unos 40€ con una capacidad de 4GB por módulo en tiendas de informática online, por lo que si sólo es eso puede merecer la pena el gasto.
En tiendas de informática físicas en ocasiones hay ordenadores de segunda mano revisados, garantizados y funcionando, esto también es una buena manera de ahorrar en la compra de un PC, y por último lo ideal es que el PC tenga instaldo Windows 10 por temas de seguridad en su última versión, si tiene Windows 7 o Windows 8 o 8.1 hay maneras de actualizar a Windows 10.