Los ordenadores son un campo casi infinito, es decir hay cientos de piezas diferentes con los que están costruidos, debido a estas piezas tenemos ordenadores básicos desde unos 300 hasta varios miles de Euros los más potentes. Pero dentro de este campo tenemos los ordenadores comerciales (que también se incluyen los portátiles y los todo en uno, es decir la pantalla es el propio ordenador) y los sobremesa clónicos es decir construidos a medida con piezas genéricas.

Los ordenadores comerciales son muy cómodos ya que es sentarse y a funcionar, está el sistema instalado y no hay que montar nada, pero tienen sus inconvenientes, ya que si alguna pieza falla es posible que la genérica no sirva y la específica del fabricante sea muy cara o no se puedan ampliar sus capacidades en  caso necesario.

Un ordenador construido a mano siempre es mejor ya que se puede elegir entre muchos fabricantes  y distintos tipos de piezas diferentes según el uso que se le vaya a dar al ordenador. De esta manera podemos tener un ordenador económico, con piezas de un buen fabricante para mayor garantía de buen funcionamiento aunque no sean muy potentes, y en el caso de que el ordenador se vean limitadas sus capacidades se puede mejorar con piezas que entreguen más potencia sin ningún tipo de problema, por ejemplo, un ordenador puede no tener tarjeta de vídeo dedicada y si empezamos en el mundo de los videojuegos instalarle esta pieza no supondría ningún problema.

Antes de elegir un ordenador es recomendable visitar una tienda de informática, ya que los profesionales de la informática nos pueden asesorar en la materia y nos pueden construir un ordenador con todo lo necesario para poder trabajar con el y además lo montan ellos mismos por lo que garantiza que está bien construido y además tienen un servicio postventa por si surge algún problema con el mismo. Con estos consejos podemos tener un buen ordenador que nos durará mucho tiempo y seguramente a un buen precio.