Las propias compañías garantizan un 98% de esos megas por cable, no las garantizan por WIFI . Para comprobar esto, es recomendable comprobar los servicios contratados, bien en facturas en papel, algo que ya es poco habitual o bien descargar la aplicación para dispositivos móviles oficial de la compañía, que en la mayoría de los casos es gratuita.
Una vez comprobados todos los servicios en la APP hay que hacer un test de velocidad, lo recomendable antes de empezar el test es desconectar todos los dispositivos de la red, incluidos los conectados por WIFI, que los más habituales son móviles y portátiles. Una vez hecho este paso, en el navegador habitual de internet buscamos «test de velocidad de internet», y de los resultados de la búsqueda, el mejor es el test de velocidad.es aunque también hay otros bastante fiables como el de Movistar.
Una vez iniciado el test aparecerán varios apartados, el que nos interesa es la velocidad de bajada o algo similar, si el test muestra una velocidad de bajada de unos 290 megas estamos aprovechando casi el total de la conexión (apenas se han perdido 20 megas), pero si el resultado muestra unos 94 megas, estamos desperdiciando más de la mitad de la conexión.
Esto puede deberse a varios factores, lo primero es comprobar el tipo de cable de red que va del router al ordenador, en la inmensa mayoría de cables de red (que son similares a los del teléfono pero más gruesos) hay una serie de números y letras, los que interesan son las letras CAT seguidas de un número, si este número es inferior a 5 quiere decir que solo transporta hasta 100 megas por lo que hay que sustituir el cable por uno de CAT5e o CAT6 que pueden transportar hasta 1000 megas.
Una vez hecho este paso hay que hacer de nuevo el test, si el test da alrededor de 300 megas asunto arreglado.
Si el test vuelve a dar una cifra lejana a 300 hay que pensar en la tarjeta de red, eso lo podemos comprobar en la parte inferior de la pantalla donde está la hora hay un icono que se parece a un ordenador, que son las conexiones de red, en ese icono hay que pulsar el botón derecho del ratón y a continuación seleccionar abrir configuración de red e internet, en ese apartado hay una opción que es cambiar opciones adaptador de red y entramos ahí, si aparece algo como «fast ethernet» quiere decir que solo va a reconocer hasta 100 megas, por lo que habría que sustituir la tarjeta de red por una del tipo «Gigabit Ethernet» que soporta hasta 1000 megas, las cuales son bastante baratas en cualquier tienda de informática entre una horquilla de precios de entre 10 y 15 €, y si no quieres complicarte la vida también las hay por USB.
Ahora conviene realizar de nuevo el test y si con esto vuelve a dar una cifra cercana a los 300 perfecto, si no habrá que llamar a la compañía y comentar el problema. Con estos consejos podemos disfrutar a fondo de la conexión y no perder dinero.